El revolving es una modalidad de crédito que tuvo su auge no hace mucho y que dio pie a muchos problemas por reclamaciones de clientes. El Banco de España recomienda una serie de consejos de transparencia y diligencia a las entidades de crédito pero, si estás pensando en contratar uno de estos créditos lo mejor es que te lo pienses dos veces, pues tienen una dinámica más compleja de lo que aparentan.
Y ¿por qué se llama “revolving”? porque tienes a tu disposición cierta cantidad de dinero hasta un límite, que va disminuyendo en la medida en que lo gastas efectuando compras y al pagar la cuota mensual se va restableciendo el crédito disponible. Este círculo de restablecimiento del crédito es lo que hace que se denomine así a ese tipo de crédito, que en principio tiene vigencia ilimitada, pues se va realimentando automáticamente.
En concreto, las tarjetas revolving son unas tarjetas similares a las tarjetas de crédito pero con la diferencia de que permiten el pago aplazado mediante una cuota fija mensual o pagando un porcentaje de la deuda, de un mínimo del 3%.
Habitualmente con estas tarjetas se pueden hacer compras de cuantía superior a las que se hacen con una tarjeta de crédito normal y también tienen un TAE bastante alto, que suele ser superior en la mayoría de los casos al 20%. Además, las cuotas no pagan solamente la deuda sino que también se hacen cargo de las comisiones y otros gastos que se repercuten al cliente.
Ya no son tan populares como hace 2 ó 3 años y, de hecho, ya no hay una gran cantidad de bancos que las ofrezcan debido a que han tenido toda una serie de críticas. Por ejemplo, han sido calificadas por la OCU en 2013 como “una opción cara” y añadiendo que al contratar este tipo de crédito “existe un gran peligro de sobreendeudamiento”.
Y no le falta razón, pues téngase en cuenta que, aunque paguemos una cuota fija mensual, la parte de la deuda que no amortizamos sigue generando intereses – y bastante altos, por cierto – y por tanto
nuestra deuda se ve reducida mes a mes por un importe muy inferior a la cuota que pagamos. Si quieres entenderlo mejor puedes encontrar un ejemplo muy ilustrativo en
un post sobre tarjetas revolving y préstamos al consumo.
Es por todos los problemas que ha habido por lo que el Banco de España estima en sus recomendaciones que debe haber una especial transparencia por parte de las entidades de crédito y da una serie de pautas:
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En el momento en que el cliente solicite aclaración sobre las cantidades abonadas y el saldo deudor pendiente la entidad debe extremar la diligencia al explicar todo lo relativo a la deuda que queda por amortizar, diferenciando entre lo que queda en concepto de principal, intereses y comisiones.
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Cuando se pida saber cuándo se va a terminar de pagar la deuda, el banco debe dar una estimación en función de lo que esté pagando o en todo caso facilitar de alguna forma que el cliente pueda calcularlo.
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Si se quiere cancelar la deuda, la entidad debe informar de la cantidad también teniendo en cuenta los posibles recibos o cuotas devengadas pendientes de liquidación.
Asimismo, surge un problema adicional en determinados casos en los que las cuotas mensuales pagadas ni siquiera son suficientes para mantener el crédito, es decir, que lo que debemos es mayor que el límite de crédito impuesto por el banco y no podemos disponer de efectivo si lo necesitamos. En estos casos por el propio contrato muchas veces el límite de crédito disponible va aumentando. Para estos casos el Banco de España recomienda que se le informe al cliente en el momento en que va a aumentar dicho límite, pues puede suponer un aumento del grado de endeudamiento y es necesario ser consciente en todo momento del mismo.
Conviene recordar que estas recomendaciones no son de obligado cumplimiento para las entidades bancarias. Sin embargo, habitualmente si se reclama su observancia ante el Servicio de Atención al Cliente del banco sí hacen caso de las mismas, y sino también se puede dirigir la reclamación directamente al Banco de España.
En suma, lo que debes hacer antes de contratar este tipo de créditos es asegurarte de entender bien la mecánica de los mismos porque puedes encontrarte con sorpresas y habitualmente hay alternativas que pueden ser mucho mejores que este tipo de créditos, máxime teniendo en cuenta los TAE que has de pagar.