Clientes ricos retiran más de 500.000 millones de dólares de bancos europeos
La crisis financiera y el endureciemiento de las medidas fiscales hacen huella en los bancos europeos y paraísos fiscales.
El cerco se estrecha en torno a los paraísos fiscales y los bancos instalados los estados europeos con este tipo de clasificación han visto desaparecer de sus cuentas nada menos que 500.000 millones de dólares (368.000 millones de euros) en los últimos dos años. La crisis económica global y la acuciante necesidad de liquidez que ha provocado el cierre del mercado crediticio han contribuido a esta fuga de capitales.
Según recoge la web Financial News, esta cantidad supone una cuarta parte del volumen estimado de 2,1 billones de dólares que se guardan en cuentas offshore de entidades de Suiza, Liechtenstein o San Marino. De hecho, estos dos países son los que han registrado los reembolsos más cuantiosos en los últimos 24 meses.
Nuevas normas fiscales
Los factores que han motivado esta estampida de fondos de clientes adinerados son la crisis financiera y el endurecimiento de las normas fiscales en los paraísos fiscales y a las peores condiciones económicas en todo el mundo.
Para empezar, muchos se han aprovechado de las amnistías fiscales o despenalizaciones sobre el dinero en cuentas en el extranjero que es repatriado. Esta medida, aplicada por países como Alemania, Italia o Grecia, que lo incluye en su recien presentado programa de reformas para atajar su déficit.
Por poner un ejemplo, Lugano, tradicional refugio para el dinero italiano en Suiza, es uno de los afectados por el éxodo de capitales, hasta el punto de que uno de los mayores gestores de grandes patrimonios del país helvético, Bank Sarasin, ha anunciado la venta de su filial en la ciudad por la "situación del mercado".
La actual situación es, según los expertos, irrevocable. Para Dean Portelli, analista de banca de AM Best, "aunque las experiencias varíen entre jurisdicciones, parece que el modelo de banca privada offshore ha sufrido daños severos y permanentes".
Y en efecto, la sangría de fondos registrada por las entidades no sólo no se ha frenado, sino que va en aumento. En las pasadas semanas, Bank Julius Baer, Credit Suisse y UBS indicaron que en sus resultados del cuarto trimestre se reflejam que han perdido en torno al 40% del dinero procedente de Italia, y que ha sido repatriado.