A mediados del siglo XIX, España inicia su industrialización, que comienza por Cataluña y el País Vasco. Introduce ferrocarriles, lo que trae consigo la creación de fábricas, el abandono del rural y la llegada de trabajadores de todas las regiones.
En las décadas de 1950, 1960 y 1970, estas regiones donde se ha invertido, comienzan a generar riqueza.
Actualmente, a pesar de una gran parte de políticos y ciudadanos catalanes afirman que España es la ruina de Cataluña, vemos que esta aún tiene datos positivos:
Concentra el 19% del PIB de toda España.
Produce el 30% de la industria textil de España.
Produce el 3% de todos los medicamentos de Europa.
Tiene el cuarto PIB per cápita más alto de España.
Por cada mil habitantes hay 29 empresas. Lo que supone que hay unas 619.000 empresas. Esto convierte a Cataluña en una de las regiones con más negocios.
España se lleva cada año de Cataluña, unos 18.000 millones de euros, en lugar de darle más dinero proveniente de las comunidades más empobrecidas, que sería lo correcto.
Todo este dinero es usado para mantener a flote comunidades más pobres como Andalucía, Extremadura, Murcia... y en general, la España de Madrid para abajo, que deberían desaparecer, para que los catalanes pudieran ser más ricos.
Estas regiones, que están llenas de españoles pobres, no se han preocupado por desarrollar un mercado y una economía competitiva, y viven a costa del esfuerzo y el trabajo de los catalanes.
Mientras que, con el dinero recaudado de Cataluña, el Gobierno de España construye autopistas, aeropuertos, autovías, trenes, AVE, etc, en Andalucía y Extremadura (¿cómo se atreven?), en Cataluña hay problemas muy graves como por ejemplo 600 mil pobres, una educación mejorable o los peajes más caros de España. Estos problemas graves también los tienen las demás regiones, pero ellos que se apañen, porque a mí solo me importan los de Cataluña.
Y estos problemas en Cataluña no se pueden solucionar, porque cada año el Gobierno se lleva gran parte de los ingresos, y con lo que nos queda solo podemos mantener lo que ya tenemos y poca cosa más. ¿Ehhh, pero dónde se ha visto esto de que un Gobierno recaude? A nosotros no nos gusta esto de recaudar. Así que nos vamos.
Espero que un día el tercermundista sur de España se espabile a crecer económicamente para que así los catalanes no tengamos que mantenerlos a flote. En vez de darle el pez, dale la caña de pescar. A nosotros nos la dieron y nos fue guay.