Pues esto me recuerda un chiste, que es un poco largo para escribirlo, pero ahí va:
Dos arrieros que se encuentran en un mesón y uno de ellos se lamentaba y estaba cabizbajo. El otro le pregunta ¿qué te pasa? ¿que qué me pasa? que tengo un disgusto muy grande ¿y eso? pues "ná", que mi mujer se ha empeñado en comprar un caballo y lo ha comprado y yo estaba muy contento con mi burro, que es muy trabajador y siempre ha estado a mi lado ¿y qué vas a hacer con el burro? pues no lo sé, tendré que venderlo, pero yo no se o quiero dar a cualquiera, quiero que esté en unas manos buenas. Compadre, pues yo te compro el burro. Hombre, yo en tí confiaba "pa" mi burro, pero es "mu güeno" y con lo que trabaja en el futuro vas a sacar muchas perras. Bueno, pues yo te lo pago bien.
Pasado un tiempo, se vuelven a ver los arrieros y esta vez el otro iba triste y enfadado. ¿Qué te pasa? ¿que qué me pasa? que el burro que me vendiste es una mierda, es tozudo como el solo, me da coces no quiere que lo cargue y no hace más que comer y dormir. . . ¡Pues tú sigue hablando así del burro que a ver cómo lo vendes!
Moraleja: que tengo que aprender a ser más descreído, que cuando me lo pintan tan bonito estando en resistencia, es que alguien me quiere vender a mi el burro.