Estimación con IA de una aprobación inicial de la FDA del tarlatamab basada en el ensayo DeLLphi-304. Esta estimación se basa en los datos actuales de los diferentes subgrupos, las prácticas regulatorias de la FDA y el contexto clínico. Factores que influyen 1º) Datos del subgrupo de lurbinectedina en el ensayo del tarlatamab: El HR de 0.81 (IC 95%: 0.46, 1.44) no es estadísticamente significativo debido al pequeño tamaño muestral (45 vs. 47 pacientes). Esto podría llevar a la FDA a señalar la incertidumbre sobre la superioridad frente a lurbinectedina, el estándar actual en EE.UU. con una OS de 9.3 meses. 2º) Resultados globales y subgrupos favorables: La OS global de 13.6 meses (HR 0.60, p<0.001) y beneficios en subgrupos como metástasis cerebrales (HR 0.45) son argumentos fuertes para obtener la aprobación. Sin embargo, la falta de consistencia en el subgrupo de lurbinectedina podría motivar advertencias específicas.3º) Prácticas de la FDA: La FDA suele incluir advertencias en etiquetas cuando los datos no confirman superioridad sobre un estándar de cuidado, especialmente si el ensayo no está diseñado específicamente para comparaciones directas (DeLLphi-304 comparó tarlatamab vs. quimioterapia total, no solo lurbinectedina).Las guías clínicas a menudo reflejan estas limitaciones, priorizando estándares establecidos a menos que se demuestre una ventaja clara. 4º) Contexto de aprobación condicional previa: Con una aprobación condicional desde 2024, la FDA podría optar por una aprobación total del tarlatamab con condiciones, incorporando estas advertencias para reflejar la evidencia actual mientras se recolectan más datos.Probabilidad estimada - Advertencias en la etiqueta: Hay una probabilidad alta (70-80%) de que la FDA incluya advertencias sobre la falta de superioridad demostrada frente a lurbinectedina. Esto se alinea con su enfoque cauteloso y la necesidad de proteger a los pacientes al no promover un uso preferencial sin datos concluyentes.- Influencia en guías clínicas y uso en subgrupos: Existe una probabilidad moderada a alta (60-75%) de que las guías clínicas reflejen esta limitación, posicionando tarlatamab como una opción competitiva pero no preferente sobre lurbinectedina, con uso potencial en subgrupos como metástasis cerebrales (HR 0.45), donde sí muestra ventaja.Conclusión Es muy probable (70-80%) que la aprobación inicial incluya advertencias en la etiqueta, y bastante probable (60-75%) que las guías clínicas limiten su uso preferencial, enfocándolo en subgrupos específicos, reflejando la incertidumbre del subgrupo de lurbinectedina........................................... Comentario.- El ensayo del tarlatamab para conseguir el aprobado total en segunda línea que se anunciaba en el ClinicalTrials contemplaba una comparativa entre el tarlatamab y la lurbi, el topotecan y la amrubicina (Japón), por ese orden. También decía que la comparativa en cada país se realizaba con el tratamiento estándar local. En el caso de la lurbinectedina, ésta era elegible en USA y varios países más. En el reclutamiento había bastantes hospitales USA, que fueron los primeros que empezaron el reclutamiento. La sorpresa inesperada es que el subgrupo de comparación tarlatamab-lurbinectedina ha sido pequeño y no ha conseguido resultados estadísticamente significativos. Es lógico inferir que Amgen empezó a recibir los resultados del subgrupo de lurbi al principio del ensayo, y no lo gustó lo que vio. Y es lógico inferir también que a partir de entonces preponderó el uso como comparador del Topotecan, con peores resultados de eficacia y efectos adversos, y de esta manera tratar de remontar un ensayo que había empezado perdiendo y amenazaba con llevarse por delante los resultados globales del ensayo. El análisis anterior hecho con IA atribuye una alta probabilidad de que el ensayo del tarla en cualquier caso sea aprobado en USA, en base a los resultados globales y a la necesidad de nuevos tratamientos que mejoren el pronóstico en SCLC. E igualmente resalta la alta probabilidad de que la FDA, en un desempeño diligente de las actuaciones que le corresponden, incluya advertencias en la etiqueta y en las guías clínicas que limiten el uso preferencial del tarla en segunda línea en USA.De los resultados de ASCO han surgido más sombras que luces en el uso del tarlatamab. Además de la toxicidad financiera que allí se expuso (20.000 dólares por ciclo por 900 dólares por ciclo de lurbi), aparte del coste del tratamiento en sí, se añaden las dudas de la eficacia en su comparativa con la lurbi. No soy partidario de pensar en complots a todas horas, pero los rejonazos en bolsa y los esquiroles pro tarla presentes en la conferencia de PHM del pasado jueves puede que sean los primeros exponentes de una cruenta batalla por la conquista final de la primera y segunda línea. Eso no exculpa de responsabilidad a PHM en la organización de una muy deficiente call, que debió exponer con Besman, Vilariño y Mora, y hablarnos de mil cosas que se necesitan saber y están obligados a informar, como sus planes y timings en Europa, China, Japón y el resto del mundo, con unas slides profesionales y presencia de la prensa nacional e internacional. Un conjunto que, sin menospreciar los riesgos, informara del potencial venidero. Pero hay que aprender de lo ocurrido como un nuevo aviso de la jungla por la que transita PHM, y de la procedencia de plantearse si un mercado tan amplio como el europeo debiera ser gestionado con colaboración con un pharma potente.