Sobre lo de comprar o alquilar un piso, todo es cuestión de perspectivas y de las circunstancias de cada cual. Últimamente hay mucho forofismo hacia el alquiler, y se desprestigia, a mi modo de ver de manera injusta, la compra de vivienda. Te lo dice alguien que se pasó la infancia de mudanza en mudanza, y para un niño-adolescente eso es lo peor. Es fácil decir, si te pasa esto o aquello te mudas y te vuelves a mudar. En la práctica es un rollazo y más si tienes niños.
Pero no me quiero desviar del tema. Decía que se trata de manera injusta la compra de vivienda, y creo que es porque no dejamos de verla como un bien de inversión, es decir, como algo que compramos para en un futuro venderlo y ganarle dinero, cuando esa no debería ser nunca la función de la vivienda. Por estas cosas precisamente hemos llegado a donde estamos. Nuestros mayores no se compraban pisos, se compraban casas. Y se las compraban para toda la vida, para crear un hogar, ver crecer a los hijos y acabar allí sus días. Es cierto que la sociedad ha cambiado mucho, pero eso no justifica la acumulación de un bien tan básico como la vivienda sólo para especular y ganar más y más dinero. Desde esa perspectiva entiendo que muchos vean que comprar hoy en día una vivienda es mal negocio, pues nunca la van a poder vender más cara de lo que la compraron. Se acabó el chollo amigos.
Pero si tu perspectiva es otra. Si lo que buscas es crear un hogar. Si tienes previsión de empleo estable a largo plazo en tu ciudad, y sobre todo si puedes pagarla al contado, yo no lo dudaría. Eso sí, busca bien antes. Busca lo que más te guste. No lo que te guste: lo que más te guste, lo que realmente quieras, aunque tengas que esperar un poco más. Tienes plazos fijos que dan tranquilidad en esa espera.
Cuando tengas tu vivienda y la tengas pagada, ya tendrás un sitio donde pasar tus días, y aunque te vengan mal dadas no tendrás que preocuparte de estar buscando dinero para pagar el alquiler toda la vida, ni con la incertidumbre de que te puedan echar un día por fin del contrato.
Esa ha sido mi experiencia personal y estoy muy contento. Y sobre todo muy tranquilo. Será que soy muy sentimental, pero el poder tocar cualquier pared de mi casa y decir esto es mío, aquí está mi dinero mejor que en cualquier banco, sentirlo físicamente, me hace sentir bien.
