Hola:
Venga, una de filosofía Y vehículos híbridos o eléctricos.
Los vejetes como yo, tenemos grabadas imágenes de los chinos desplazándose en bicicleta. Sin embargo, ahora allí, las motillos eléctricas se venden como churros. Su transporte se está electrificando, aunque también petrolaizando.
Sin embargo, tal electricidad viene de plantas de carbón que están cerca de las ciudades, con lo que no sólo tiran las bicicletas al río, aumentando aún más si cabe su contaminación, si no que ahora se mueven eléctricamente por una atmósfera mucho más sucia y contaminada por esa misma electricidad que usan para las motillos y los trenes. Además de respirar ese aire del que se ha hecho tanto eco, hacen menos deporte, se engordan, y son más propensos a la diabetes.
Cualquier cosa menos ecológico, por muy eléctrico que sea. Un Fluence eléctrico allí contamina más que el gasoil o el gasolina, sólo mirando la electricidad, obviando que la fabricación (según Renault misma) es todavía más contaminante para los eléctricos…
Sin embargo, en Europa, las motos eléctricas no triunfan. En la población en la que vivo, había una tienda de éstas. Cerró. No vendía un borrajo.
¿Porqué?
En China, pasar de la bicicleta a la motillo, es progreso. Aquí, con los cochazos que gastamos, ni la motillo ni el Fluence son progreso. Hace falta pasar a un Tesla, para que case con el concepto de progreso.
Tesla está en boca de todos los que asisten a mis charlas sobre coche eléctrico. Las motos, sin embargo, ni se mencionan. Esto es pura filosofía.
Y ahí precisamente radica el éxito de Elon Musk y sus Tesla.
El chico este vio claramente que el coche eléctrico es algo muy caro, y por tanto, sólo los ricos pueden pagar por el ese elevado precio. Si a eso añadimos que las tiradas cortas y el concepto plataforma son mucho más favorables a los eléctricos que a los de combustión, junto al reducido volumen de venta de éstos comparados con los coches populares, resulta obvio que la única solución viable para los eléctricos en cuanto a negocio, es el lujo. 85.000€ no es precisamente ‘popular’.
Esto es un análisis obvio para quien conozca los vehículos eléctricos y toda la industria del automóvil, sobre todo, a posteriori, pero la genialidad de Musk es que lo entrevió a priori.
Pero de ahí a hacer coches populares o de gran tirada, dista un trecho. ¿35000€ es popular?¿Baterías nuevas de 12000€ cada cuatro años para mantener a semejante coche ‘popular’?
Hay mucho de que hablar, sobre todo si uno no conoce el CARB ni la historia detrás de Tesla, Toyota y Mercedas. La peli de ¿Quién mató el coche eléctrico? No va muy desencaminada, aunque su exculpación de las baterías es totalmente errónea y falsa (no por la autonomía, si no por el precio y la vida útil).
Por eso creo que, aunque hay factores técnicos muy limitantes con las renovables, la transición energética a renovables fracasará más por problemas filosóficos que no técnicos.
De 475 unidades de energía consumida, 233 lo son en forma de calor, y unas 175, de transporte. Sólo 67 en forma de electricidad. Las renovables tienen mala aplicación en el transporte (excepto la vela), pero el Sol es especialmente eficiente para generar calor (alrededor del 70% o más), mientras que para generar electricidad, está entre el 15% de las fotovoltaicas policristalinas y el 30% de la termo solar (termo, otra vez).
Sin embargo, nos encabezonamos en hacer electricidad. De locos.
Además, otro factor importante, es el crecimiento, parejo al concepto de progreso, idea abstracta que se encargan de redefinir según conveniencias, por cierto.
Crecimiento que tiene límites cerca, si se consigue hacer una transición más o menos ordenada. Razón principal por la que no creo no sólo que no se va realizar la transición, si no que también me preocupa la posibilidad de que efectivamente salga algún invento (como la fusión de esos esos señores militares que hicieron el caza más caro y ruinoso de la historia), puesto que será otra patada para adelante.
Si de verdad se quiere hacer una transición energética, hay que empezar cambiando la sociedad, su filosofía, y sobre todo, su economía.
Y si eso no se hace por las buenas, se hará por las malas.
El primer aviso fue en los setenta. Tras el discurso del Malestar de Carter, se cruzó el Rubicón (con Reagan). Ialea acta est. Se perdió la última oportunidad.
Ahora, sin embargo, nos encontramos con una crisis de fe. Muchas de las ideas sobre las que actuamos, supuestos no nos cuestionamos por diferentes razones, se tambalean. Es imposible que lo reduzcamos todo a la lógica, así que algunas premisas la tenemos acatadas. Premisas que igual cuando las acatamos, eran perfectamente válidas, pero que ahora ya no son correctas.
Y cuando la base sobre la que actuamos cambia, la situación se vuelve traumática. Hay mucho en juego, sobre todo para los de edad media. Eso provoca que para muchos sea mejor una mentira reconfortante que una verdad incómoda.
Ese aspecto es fundamental en la psicología humana, y es la razón por la cual tenemos esta crisis de Fe (en el sistema), y eso nos va a marcar en el camino que tenemos por delante.
La realidad es que necesitamos una enmienda a la totalidad, pero como es implica cambiar muchas cosas, empezando por la manera de hacerlo y pensarlo todo por parte de toda la sociedad, es imposible que se haga. Al menos por las buenas. Es una cosa políticamente imposible.
En parte, porque el problema NO es político. Y tampoco es físico (peak oil). Es de sociedad, de cultura. Y esa reticencia a cambiar la cultura es la que hace que el problema físico causado por esta cultura (el Peak Oil y sus implicaciones) es denostado sistemáticamente.
Esa es una de las causas por las que la gente cree en el Demiurgo (la tecnología nos salvará, especialmente las renovables), para no hacer nada, para no cambiar ni un ápice su manera de ser, de obrar.
En Mallorca, donde el aeropuerto de Son Sant Joan, está lleno de ‘cadáveres’ de molinos de sacar agua. Hace más de un siglo, esa era una zona pantanosa insalubre, que a instancias de un holandés (cómo no), se empezó a desecar mediante molinos, convirtiendo aquello en un vergel, a base de renovables. Sin embargo, las renovables han resultado no ser sostenibles: el agua se ha vuelto salada, y la zona está bastante mal en cuanto a su producción y fertilidad. Se lo han cargado. Incluso con renovables.
Algo peor le pasó a la Isla de Pascua. Otro ejemplo de lo insostenible que son las renovables si no se arregla el problema de fondo.
Recomiendo la lectura de Colapso, de Jared Diamond.
La humanidad ha tenido muchas sociedades que han colapsado, y detrás de casi todas, está el denominador común del crecimiento. Por eso Malthus lo tuvo fácil de calcular y demostrar.
Algunos proponen que el ‘problema’ en realidad es la aplicación de intereses por parte de los prestamistas.
Pecunia pecuniam parere non potest.
Y una milk.
Soy padre. El mero hecho de pensar lo que se va a encontrar mi hija en el futuro que viene me pone los pelos de punta. Esa es la fuerza que nos lleva al crecimiento, la genética, la misma naturaleza que se esfuerza en tener más descendencia que la puede sobrevivir, para poder hacer su trabajo. Una vez más, recomiendo la lectura da Jared Diamon, en este caso, el libro de ‘Porqué el sexo es divertido’.
Con ese arraigo de algunas de nuestras ‘Fes’ más profundas (que se pueden ver como el ‘Creced y multiplicaos’ de muchas religiones), no es de extrañar que a nadie le guste la idea de decrecimiento, ni la de Malthus (sus ‘soluciones’ me causa repelús sólo de recordarlas).
Por eso, es fácil encontrarse que ante estos dilemas, se señalen, en un claro ejemplo de reduccionismo de ese cerebro digital reptiliano (todo es blanco o negro), algunos culpables.
Sin embargo, eso, como mínimo, tiene tres errores fundamentales, algunos de los cuales se pueden aplicar al más sencillo planteamiento del tecnooptimismo.
El primer punto es que al señalar culpables (a otros), evitamos el sentimiento de culpa, nos la quitamos de encima. Además, en común con la adoración a Atenea, obvia el tener que hacer nada nosotros mismo, pasándole la pelota a otros (Podemos, por ejemplo, o a ‘ellos’, que bien pueden ser los ingenieros de I+D+i, o los mercados, o los dioses de la tecnología). Evita que hagamos nada.
El segundo punto, en común con muchas cosas, es la sensación de control. El hecho de que haya culpables, o ‘soluciones’, hace pensar que seguimos al cargo de los caprichos del destino, que los podemos modificar a nuestra voluntad, aunque los que los manipulen lo hagan en contra de nuestras necesidades o deseos.
Ahí me gustaría recordar que la finalidad el poder, es el poder por si mismo, para su uso (y abuso muchas veces) por parte del que lo ejerce. NUNCA para el bien de la humanidad o sociedad.
El tercer y peor problema causado por esta filosofía, es que al no querer ver el problema, e igualarlo a ciertas soluciones, nos solucionamos el problema de fondo. Nos cegamos ante lo que viene, con lo que nos volvemos inoperativos.
El paradigma de todo esto, es el caso de la corrupción y el surgimiento de Podemos, como bien explicó Knownuthing.
Para aquellos que hemos seguido el tema desde el lado de la energía, el desencanto que muchos han experimentado, aunque era previsible, al ver que Podemos ha obviado y renunciado a una transición energética con decrecimiento voluntario, vemos claro que lo Políticamente Imposible se va a convertir en Políticamente Inevitable.
Se van a echar ‘soluciones’ al problema, pero siempre van a ser incorrectas, hasta que no quede ningún margen de maniobra, cuando sólo se pueda hacer lo que no queremos hacer, y por las malas.
La democracia (que hace el problema imposible) tiene los días contados. Igual que nuestra sociedad.
Nos encaminamos hacia un decrecimiento escalonado, en forma de escalera, donde nos iremos consumiendo recursos propios, donde el crecimiento va a ser a costa de otros. Podemos pretende hacerlo a costa de los políticos corruptos que hay ahora. Encomiable y loable. Algo que es necesario, pero que no basta.
Cuando nos acabemos los despojos de ‘la casta’, ¿Qué?
Lo siguiente será la clase media.
Yo.
Y eso no me gusta.
Bueno, basta de filosofía. Si os gusta este tipo de planteamientos, os recomiendo leer al erudito vivo que más me gusta, John Michael Greer, el archidruida (no prejuzgéis, leed una docena de sus entradas en el Archdruid report, y entonces podréis decidir).
Siento el coñazo de filosofía de bar, pero soy de ciencias.
En otro momento vendré a contar mi opinión de Musk, y explicar que las baterías no son una solución. Ese es mi terreno.
PS: Solrac, Claudio, Know, tengo algunas entradas al respecto de mi serie sobre 'apuntes de vehículos eléctricos', que versan sobre renovables. Sería un honor para mí si les echáseis un vistazo.