Buenas noches.
Cheetos, te voy a poner un ejemplo para que veas como, con esta artimaña, el ejecutado es el que más pierde.
Partimos de la premisa de que actualmente, como dice FC, la mayoría de las subastas no interesan por que la carga es superior al valor del inmueble.
Igualmente se descartan la gran mayoría de las adjudicaciones al 70%, como dice Draco, por que los inmuebles tampoco lo valen.
Vamos al caso práctico:
Tú y yo somos los únicos interesados en comprar un inmueble valorado en 100, que está siendo ejecutado por una deuda total de 20, y el cual tú estás dispuesto a comprar por 50 y estando yo dispuesto a pagar 42.
La subasta se celebra sin que yo participe (dejo que se enfríe), y al ser tú el único licitador en la subasta, pujas hasta 18 (¿para qué más, si no hay nadie más que quiera pujar?). Yo, como soy muy listo, le digo al adjudicatario dos días después que un subastero malvado se ha adjudicado en subasta el inmueble por 18, y que yo, que soy muy buen persona y vengo a ayudarle, estoy dispuesto a mejorar la oferta hasta 22.
El ejecutado piensa, en su desesperación, que hace un buen negocio por que pasa de cobrar 18 a cobrar 22 (está eligiendo un mal menor). Lo que no sabe es que yo hubiera estado dispuesto a pujar hasta 42, y tú incluso hasta 50.
¿Quién sale perdiendo cuando compro a 22? Evidentemente el ejecutado.
Yo transmito la imagen de que quiero ayudar al ejecutado (por que mejoro la mejor puja), cuando en realidad estoy dejando de pagarle el 20% (42-22) que yo hubiera estado dispuesto a pagar.
Tú hubieras pujado hasta 50 (que hubiera cobrado el ejecutado). Y yo con mi maniobra “de buena fe” (por que a mí lo que me satisface es ayudar a los demás, y tal y tal…), le acabo de clavar la puntilla al pobre infeliz.
Un saludo.