No confíes la educación de tu hijo únicamente al sistema educativo. Implícate en su educación financiera y hazle pensar diferente.
Apuntamos a nuestros hijos a inglés, a informática, a robótica… con la intención de prepararles para que tengan un buen trabajo. Les enseñamos a decir “Buenos días”, “por favor” o “gracias” para que sean personas educadas. Pero no tenemos en cuenta que también es necesaria una buena educación financiera, enseñarles a gestionar una paga, un sueldo, un patrimonio...