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¿Está mejor España?

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#121

Re: ¿Está mejor España?

Por encima del 20% en esta década.

#122

Re: ¿Está mejor España?

No hay proyecto de futuro

Mercè Rivas Torres | 30 Diciembre 2013 - 11:13 h.

2013 finaliza con una tasa de paro del 27% de los cuales el 57% son jóvenes. La clase media se ha empobrecido considerablemente y la baja roza la pobreza mientras que los millonarios han aumentado un 13%. En cuestión de derechos, algunos han retrocedido a la década de los 80.

Cinco años después de comenzar la crisis, el balance de la sociedad española es bastante negro. Con un 27% de paro y unas políticas muy agresivas llevadas a cabo por el PP, el empobrecimiento ha sido general afectando de forma especial a la clase media.

Con la excusa de la crisis, los conservadores han hecho realidad sus eternos proyectos de convertir derechos ciudadanos en negocio. Así pues estamos viendo cómo intentan privatizar la sanidad, la educación o los servicios sociales.

Afortunadamente la justicia está rechazando muchas de sus políticas y las calles de las ciudades se han llenado de ciudadanos protestando. La “marea blanca” por la sanidad, “la marea verde” por la enseñanza, “la morada” por los derechos de la mujer. Sólo la ciudad de Madrid registró en el año 13 más de cuatro mil manifestaciones. Pero tal y como están las cosas los ciudadanos tendrán que seguir protestando.

Mientras el Gobierno adelgaza la sanidad y la ofrece a compañías privadas como Capio y USP-Quirón, dominados por fondos de inversión británicos, Ribera Salud, propiedad de CAM y Bancaja (Bankia), estrellas de la burbuja inmobiliaria o Sanitas a través de una empresa británica, despide también a numerosos profesores de la escuela pública, restringe las becas universitarias (20 mil menos) y liquida de un plumazo la ley de dependencia que permitía recibir ayudas y servicios a los más desprotegidos. Más de 200 mil enfermos, minusválidos han dejado de percibir estas ayudas en los últimos dos años.

Tan grave como esto ha sido la exclusión de la sanidad de los inmigrantes no legales. Hasta la llegada del PP recibían atención médica ya que la atención era gratuita y universal. Ahora ya no lo es y ya hemos tenido que avergonzarnos ante la muerte de un joven senegalés de 28 años en Mallorca éste verano al no ser atendido de la tuberculosis que sufría.

Por si todo esto fuera poco el Gobierno del PP de Mariano Rajoy se siente muy orgulloso de su reforma laboral. Despedir a un trabajador es más fácil y más barato y lo que impera son los contratos temporales, hasta el punto que se hacen contratos por semanas o días. Los contratos indefinidos han caído más de un 25%.

Ya me dirán que proyecto de futuro tienen nuestros hijos cuando saben que no van a conseguir si no hay un milagro un contrato estable y eso a los que tienen trabajo temporal porque como ya he citado anteriormente el 27% están en el paro.

Muchos de ellos han decidido salir del país. Después de haber estudiado en Universidades públicas pagadas con nuestros impuestos, ésta inversión la van a disfrutan los alemanes o británicos que los acogen. Desde 2007 hasta 2012 habrían abandonado el país en torno a 174.851 personas en edad de trabajar.

Cuatro millones de pensionistas malviven con 500 euros, fundamentalmente viudas. España es uno de los países europeos con mayor porcentaje de pensionistas en riesgo de pobreza relativa, un 19,3%, según un informe de los Técnicos del Ministerio de Hacienda. Y para rematar el tema, el Gobierno ha decidido subir las pensiones por ley a partir de ahora un 0´25 en los años de crisis y un 0´50 en los de bonanza independientemente de la inflación lo que significa que a pesar de la subida cada año los más mayores perderán poder adquisitivo.

Muchos de estos pensionistas más familias que se encuentran en situación límite son los que ahora forman parte de los “pobres energéticos” o sea que si no se toman medidas urgentes se les cortará la luz en los próximos meses por impago pero ya de momento este invierno están viviendo sin calefacción. Hay que tener en cuenta que más de dos millones de familias tienen a todos sus miembros en paro.

Y en este pequeño resumen anual, no puedo dejar de recordar a los miles de familias que han sido desahuciadas de sus viviendas por no pagar la hipoteca. El hecho ha llegado a ser tan escandaloso que gracias a la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) encabezada por Ada Colau se han podido frenar 929 de ellos pero no todos y ha realojado a 712 personas. Lo que sí ha conseguido la plataforma encabezada por la citada activista catalana ha sido sensibilizar a la población, de forma que hoy en día no hay desalojo de una vivienda sin manifestaciones y protestas en las puertas de las casas y sin los medios de comunicación informando. Las protestas ciudadanas han funcionado.

Este año se han ejecutado alrededor de 58.604 desahucios. En un 70% de los casos el impago de la hipoteca obedece a la pérdida de empleo y el 70% de las familias desalojadas tenía al menos un menor de edad.

Pero lo más indignante no es que la derecha española tome estas medidas por falta de dinero sino por convicciones ideológicas. Dinero hay y se lo gastan en otras cosas como armas y “lecheras” para reprimir manifestaciones, en pagar deudas del Ejército, en campañas multimillonarias para vender en el extranjero “la marca España”, en subvencionar colegios del Opus Dei, en pagar a los miles y miles de asesores que tienen los políticos (la mayoría de ellos sin hacer prácticamente nada), para seguir manteniendo sueldos de lujo o para gastarse tres millones de euros por la construcción de un pabellón de caza para el Rey.

España es el país con más políticos por habitante de Europa. Tenemos 300.000 políticos más que Alemania, trabajando a costa del presupuesto, y el doble que Italia y Francia. Y los “asesores” de éstos nos cuestan al erario público la friolera de 850 millones de euros. Estos personajes pueden tener estudios o no tenerlos, ser expertos en algo o nada. Se les nombra a dedo y se ha demostrado que la mayoría son familiares o amigos del político de turno.

Y es que ahora en plena crisis están apareciendo demasiados casos de corrupción del mundo de la política. El PP con el “Caso Gurtel”, el “Caso Bárcenas” y su contabilidad en B, La Junta de Andalucía con los casos del “ERE”, 100 cargos públicos imputados en la Comunidad Valenciana por corrupción y hasta tres presidentes de importantes clubs de fútbol condenados y cinco imputados por manejar indebidamente dinero público.

A esta lista de pérdida de derechos sociales hay que añadir los civiles. Los primeros pretenden hacer negocio con lo público, los segundos, limitar derechos a los ciudadanos.

Y como muestra ahí tenemos la recientemente aprobada reforma del aborto que vuelve a la legislación de los 80 o a la nueva ley de Seguridad Ciudadana que no es ni más ni menos que una mordaza para los que protestan.

Esto supone una nueva vuelta de tuerca y un blindaje a la acción del Gobierno y la Policía contra los movimientos sociales, una acción que el propio Consejo de Europa ya condenaba recientemente.

Recordemos que el pasado mes de octubre el comisario europeo de Derechos Humanos, Nils Muiznieks, llamó la atención al Gobierno de Rajoy después de constatar que las autoridades recurren a un "uso excesivo de la fuerza" contra las manifestaciones ciudadanas, además de acusarles de “importantes violaciones de los derechos humanos como la tortura o el racismo institucional que son practicadas por funcionarios públicos”.

Pero en este último artículo del año quiero lanzar un grito de ánimo a todos los ciudadanos que no están dispuestos a perder en una legislatura del PP lo que ha costado muchos años conseguirlo. A las mujeres porque de la noche a la mañana hemos visto como “la ley de Igualdad” se ha hecho trizas y la del aborto es peor que la de los años 80. Y a todos los ciudadanos en general porque han demostrado en la calle y en las encuestas que quieren una sanidad y una enseñanza pública, gratuita y de calidad.

Queremos una sociedad en la que podamos pensar en un proyecto de futuro.

#123

Re: ¿Está mejor España?

El pulso de 2013 y la inflexión de 2014
Juan Torres López

Si tuviésemos gobiernos decentes pondrían los datos sobre la mesa con transparencia para mostrar que la situación económica va bien o que hay problemas. Pero no es eso lo que tenemos.

En 2008, Zapatero ya empezó pidiendo patriotismo frente a quienes, en su opinión, solo se dedicaban a sembrar “alarmismo injustificado” cuando advertían de que estábamos en una crisis profunda. Y desde hace semanas, Rajoy y todos sus ministros se dedican a convencer a la población de que enseguida se comenzará a crear empleo y actividad económica porque la crisis se ha acabado y comienza, gracias a ellos, una nueva senda de crecimiento y bienestar.

Los datos, sin embargo, no permiten valorar tan positivamente lo que viene sucediendo.

El Producto Interior Bruto está estancado. Se nos dice que hemos salido de la recesión porque en el tercer trimestre de 2013 se registró un crecimiento del 0,1% respecto al anterior. Pero se trata de un avance tan exiguo que está por debajo de lo que se debería considerar como margen de error y la variación interanual sigue siendo negativa en los tres trimestres de 2013.

Además, los motores de la economía siguen perdiendo fuelle. El consumo de los hogares (corregido de efectos estacionales y de calendario) ha bajado de 148.090 millones de euros a finales de 2012 a 147.982 millones a finales del tercer trimestre de 2013 (una caída que es mucho mayor en términos corrientes). La inversión también ha bajado, de 49.006 millones de euros a 45.932 millones. Han aumentado levemente las exportaciones (en menor cantidad a medida que ha ido avanzando el año porque la demanda de los países europeos se ha deteriorado) y también las importaciones, y la consecuencia de todo ello es que la renta nacional disponible bruta también ha bajado de 263.572 millones de euros a 241.139 millones.

El empleo tampoco muestra una evolución que se pueda considerar positiva ni definitivamente mejorada, como también se quiere hacer creer.

A finales del tercer trimestre de 2013 había disminuido el número de activos (lo que permite que pueda registrarse una mejora aparente del paro) al pasar de 22,92 millones a finales de 2012 a 22,72 millones. También ha descendido en ese periodo el número de ocupados (de 16,95 millones a 16,82 millones), el de ocupados a tiempo completo (de 14,35 millones a 14,23 millones), el de asalariados con contrato indefinido (de 10,72 millones a 10,4 millones) y el total de asalariados (de 13,92 millones a 13,74 millones). El número total de parados ha disminuido ligeramente (de 5,96 millones a 5,9 millones) pero han aumentado los parados con más de dos años en esta situación (de 1,92 millones a 2,17 millones).

También ha bajado en lo que llevamos de 2013 el índice de comercio al por menor, el índice de producción industrial, la utilización de la capacidad productiva, el indicador de cifra de negocios en la mayoría de las actividades económicas y se prevé que en 2014 siga produciéndose el cierre de un gran número de empresas y un aumento del número de concursos.

La deuda pública, por último no ha dejado de aumentar y ha pasado de representar el 84,2% del PIB a finales de 2012 al 93,4% al terminar el tercer trimestre de 2013.

La evaluación general que a mi juicio merecen estos datos y otros de más o menos la misma índole y que seguramente serán confirmados cuando se conozcan los del ejercicio completo podrían resumirse en tres ideas principales.

En primer lugar, que es muy aventurado, por no decir que irresponsable y carente de rigor, afirmar que hemos salido de lo peor y que la economía española está ya encaminada hacia la recuperación. Sobre todo, si se tiene en cuenta que en Europa los datos están empeorando y que no puede descartarse un rebrote recesivo en los próximos trimestres.

En segundo lugar, que es cierto que algunos indicadores (como los de destrucción de empleo, entrada de capitales, ciertos gastos de consumo, exportaciones, o incluso el de variación trimestral del PIB) muestran que no se han dado las caídas de momentos anteriores, lo que podría interpretarse como que en 2013 se ha tocado fondo. Pero como eso no va acompañado de muestras significativas y globales de mejoría podrís ser más realista pensar que lo que hemos vivido en el ejercicio que acaba han sido las primeras muestras de una etapa depresiva tras la sacudida de la crisis.

Finalmente, parece también claro que esos síntomas de mejoría que se puedan observar reflejan que se trata de una recuperación solamente relativa a ciertas actividades o grupos de población pero no al conjunto de la economía.

Sin embargo, el hecho de que las cosas no vayan tan bien como dice el gobierno y los banqueros no quiere decir que no estemos en un punto de inflexión muy relevante y que seguramente consolide un notable cambio de situación en 2014.

A lo largo de 2013 el gobierno y los grandes grupos de poder han seguido ganando el pulso que echan desde 2010 a la inmensa mayoría de la sociedad española para saldar la crisis a su favor, imponiendo nuevas reglas de juego no solo en el terreno económico sino también en el político y social.

Lo que se está solventando en España no es salir o no de la crisis porque de cualquier crisis se sale tarde o temprano, aunque sea con los pies por delante, sino la situación que va a quedar tras el momento de convulsión. Y lo que hemos podido comprobar claramente a lo largo de 2013 es que la extrema derecha y los grandes grupos económicos y financieros están terminando de imponer su voluntad al resto de la sociedad y, en esa misma medida, han ido ganando confianza.

Lo que con toda seguridad está sucediendo, y a expensas de poder comprobarlo cuando se publiquen datos para todo el año y en relación con mayor número de variables, es que los grupos sociales más poderosos y determinantes de la actividad económica se han puesto en movimiento después de bastantes trimestres de atonía. Por un lado, por puro instinto de supervivencia porque, como decía Joan Robinson, los capitalistas ganan lo que gastan. Por otra, porque han surtido efecto las reformas y medidas gubernamentales orientadas a darles más poder e influencia y eso ha aumentado su beneficio y confianza (el número de trabajadores cubiertos por los convenios registrados han caído casi el 60% con respecto a 2010 y la subida salarial pactada ha sido, en términos reales, el 15% de la del año anterior). Y, finalmente, porque el discurso del gobierno y de los grandes focos de opinión ha logrado convencer a mucha gente de que la situación es mejor y de que se puede acabar ya con el retraimiento y la desconfianza de meses o incluso de años anteriores.

Vivimos así una situación paradójica. La extraordinaria concentración de la renta y la riqueza que existe en España y que se está agudizando en los últimos seis años de crisis constituye un freno estructural al desarrollo de nuestra economía y más concretamente para que salgamos de la crisis con más bienestar y seguridad (entre otras razones, provoca que el consumo privado se deteriore a pasos de gigante y que se deprima la actividad productiva al reducirse el gasto total). Pero la paradoja consiste en que los grupos de mayor renta y las empresas oligopolistas tienen tanta incidencia en nuestra economía y sociedad que en cuanto han movido pieza han podido dar la impresión de que es toda la economía la que se está transformando.

Esos cambios son los que marcan el cambio de tendencia que se produce cuando se está dando paso más abiertamente al nuevo modelo en que esos grupos de poder quieren asentar la economía española. Un nuevo modelo basado en el gasto de las clases altas, en entradas de capital principalmente vinculadas a una nueva reventa de activos españoles, en la extraversión de la actividad empresarial hacia los mercados extranjeros basada en salarios muy bajos y en una clase trabajadora ya completamente desarmada, y en la mayor eliminación posible de “inútil” gasto público.

Esta es la estrategia por la que han apostado claramente y la que les ha dado confianza, pero se trata de una opción suicida porque no resuelve los problemas que han provocado nuestros grandes desequilibrios. La deuda (y no solo la pública sino sobre todo la de las empresas) es ya hoy día materialmente imposible de pagar y va a seguir creciendo hasta acabar con una estrategia incapaz de generar ingresos suficientes para afrontarla. También crecerá la morosidad y la atonía del consumo. Las empresas y familias van a seguir sin disponer de financiación suficiente y solo nuevas trampas y favores contables y fiscales podrán seguir disimulando la insolvencia generalizada de la banca.

Por mucho que se quiera, la economía española no podrá salir adelante por mucho tiempo con el simple motor de un sector exportador del que hoy por hoy solo forma parte el 5% de las empresas y que además se enfrenta a una demanda exterior en declive. Es una estrategia que equivale a querer salir del hoyo tirándose de los pelos, un imposible, pues no se puede salvar a una economía como la española limitándose a salvaguardar los beneficios (incluso improbables) de unos pocos, de los sectores oligopolistas, y los privilegios de la oligarquía, por muy amplia que sea su dominación política.

Precisamente porque son plenamente conscientes de la inestabilidad y frustración que comporta esa vía, los grupos de poder y el gobierno apuestan principalmente por controlar el conflicto y el más mínimo síntoma de respuesta social y política, y ahí es donde va a radicar la clave de año que se avecina.

Si se sigue imponiendo, como hasta ahora, su respuesta a la crisis se irá consolidando la victoria pírrica que conlleva, es decir, la mejoría de los grupos privilegiados y más protegidos que se traducirá en exiguos incrementos de la actividad en algunos sectores acompañados de empobrecimiento general y de una gran atonía en la inmensa mayoría de la vida económica y, por tanto, de gran desempleo y trabajo cada vez más precario y de falta de ingreso. Salvo que la movilización social se imponga y frene la involución económica y política que todo ello conlleva y que solo nos puede llevar a revivir problemas (no solo económicos) de otras etapas de nuestra historia.

2014 es año de elecciones y de rebrotes recesivos en bastantes países europeos y posiblemente también en España. Será en el año que comienza cuando veamos hacia qué lado se resuelve finalmente el pulso que está suponiendo la crisis, aunque nada de lo que ocurra en un sentido u otro estará libre de dificultades y convulsiones.

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#124

Re: ¿Está mejor España?

Bueno, en España los ciudadanos no votamos quién será el Presidente del Gobierno como en los Estados Unidos de América; aquí votamos unas listas cerradas de candidatos a diputados que nos proponen los partidos y entre ellos eligen quién será el Presidente del Gobierno. Además, pueden ocurrir muchas situaciones curiosas:

  • Los ciudadanos, repito, no confeccionan las listas electorales sino los partidos. Es cierto que algunos partidos comienzan a hacer tímidos intentos de primarias pero aún distan mucho de darle al pueblo la libertad de elegir. Por ejemplo, los partidos que efectúan primarias tienen mucha facilidad para admitir o no la validez de los avales que necesitan los candidatos
  • El Presidente del Gobierno no tendría porque ser la persona que encabeza la lista por Madrid y cada provincia presenta sus lista.
  • Con el sistema electoral español la lista que recibe más votos no tiene porque ser la que obtenga más diputados; es más, frecuentemente Izquierda Unida obtiene más votos en el Estado Esapañol que partidos nacionalistas como CiU, PNV, Esquerra Republicana o Amaiur y los mismos o menos representantes: Elecciones Generales 2011 (Ministerio del Interior)
  • Además, pueden darse pactos entre partidos de forma que el elector esté a favor de una lista y en contra de otra pero el partido al que vota apoye o se abstenga en la elección del Presidente, por ejemplo IU se abstiene en Extremadura y dejará que gobierne el PP, El Periódico (19/6/2011)
Por otra parte, pensar que el poder político está en manos del económico no me parece descabellado. Es bonito pensar que tu voto y el mío valen lo mismo que el de Amancio Ortega y Emilio Botín pero a mí me parece inocente. Ahora estamos en manos de la banca europea a la que hemos pedido prestado:
Hay dos formas de someter a un país: la guerra y la deuda. John Adams, segundo presidente de los Estados Unidos (1797-1801).
#125

Re: ¿Está mejor España?

Es una barbaridad, pero es a lo que nos estamos dejando llevar, una época de poco trabajo y recursos para las familias.Si llegamos a esas fecha con una tasa de paro superior al 20%, sería como para montar una revolución.

Un saludo y Feliz Año.

#126

Re: ¿Está mejor España?

La mayoría absoluta tienes estas cosas, que si se usa por el bien de la sociedad es perfecta, pero si no se escucha al propio pueblo y se aprueban leyes atendiendo a su propio criterio, mal vamos.

Pero al fin y al cabo, es lo que nos merecemos y el resultado de las pasadas elecciones.

Sólo podemos esperar y poner todos los medios necesarios para que no suceda en las próximas elecciones y el resultado sea otro.

Un saludo y Feliz Año.

#127

Re: ¿Está mejor España?

Mientras para unos pasa el tiempo muy despacio y con pocas alegrías, más bien penas, para otros la vida sigue igual.

El 2014 será una continuación del 2013 con una leve mejoría de la tasa de paro y a expensas de las expectativas que tengan los mercados sobre España.

Un saludo y Feliz Año.

#128

Re: ¿Está mejor España?

La manera en la que se somete a un país es la deuda, estoy de acuerdo con el señor Adams. ¿Los políticos no son los que deben dirigir España?. Sí, pues entonces los propios ciudadanos son los que debería elegir las listas de cada partido que toman parte en las elecciones y optan al Gobierno. Claro que se deberían hacer primarias y así evitar que "siempre" sean los mismos los que ostenten el poder. En España, más que en ningún otro país, se hace bueno el dicho "tanto tienes, tanto vales".

El poder político es simplemente el poder organizado de una clase para oprimir a otra. Karl Marx, filósofo y economista alemán.
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