Eso exactamente es lo que me pasa a mi.
Si la EN estuviera en manos del estado y su gestión llevada a cabo por técnicos responsables con amplia experiencia, que pudieran tomar las decisiones libremente, seguramente estaría muy bien.
Su coste, aunque no es tan barata como a algunos les interesa hacer bien, pues podría haberse reducido de haber continuado investigando, y a lo mejor hasta ya tendríamos la de fusión, mucho menos contaminante aunque con un riesgo elevado si no se hacen las cosas bien.
Pero viendo cómo anda el patio, y con mucho pesar, he de dar la razón a quienes se oponen a ella. Y eso que para España creo que sería una buena opción (si por fin hubiéramos avanzado en la linea de conseguir enriquecer nuestro propio Uranio).
Pero ya ves que la explotación de la mina la dejan en manos de grandes grupos extranjeros, a los que les va a importar un comino lo que pueda pasar en España o si en Salamanca acaban todos envueltos en una nube tóxica, si con ello ellos ganaran buenos dineros.
Ver lo que ha pasado en Chernobil (vale los rusos eran unos irresponsables, pero tenía un control estatal estricto) o en Japón pues tampoco ayuda a aumentar la confianza.
El problema está en que los beneficios los sacan unos y las consecuencias de su mal hacer las pagamos todos, con nuestra salud, pero también de nuestro bolsillo.
Las empresas que ganaban la pasta gansa con las nucleares de Japón seguro que no han pagado ni la décima parte de lo que ha costado su desastre. No digamos ya el coste en vidas humanas y sanitario (gente que va a desarrollar un cáncer debido a ello y cuyos gastos serán mantenidos por el sistema de salud).
Es una lástima pero hoy por hoy las cosas son así, y no tienen pinta de cambiar, más bien de ir a pero, puesto que la tendencia general es que la empresa privada pueda campar a sus anchas sin ningún control (eso sí, luego cuando la cagan bien reclaman todo tipo de ayudas, pero primero exigen que se les deje solos y que "decida el mercado" que no sé qué señor será ni qué voz tiene, pero que todo el mundo menciona y habla en nombre de él).