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¿Qué pasa con Caixabank (CABK)?

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¿Qué pasa con Caixabank (CABK)?
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¿Qué pasa con Caixabank (CABK)?
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#5545

Re: ¿Qué pasa con Caixabank (CABK)?

Bueno, si es así, son muy buenos presagios.
Desde luego, estoy convencido de que llegaremos a los 3€ pero se hace de rogar demasiado.
Para sentirnos tranquilos en esta inversión ya teníamos que haberlos alcanzado y más después de haber hecho la fusión. Si una cosa tan importante no se refleja en la valoración, ya no sé qué tiene que suceder para que suba, con fuerza.
Pero ya sabemos que la bolsa hace siempre lo que quiere y ni analistas, ni gráficos ni na de na.

#5546

Re: ¿Qué pasa con Caixabank (CABK)?

Desde hace un par de días está tonteando en los 2,65 y no los supera con rotundidad.
En cualquier momento pega la espantá....y se vuelve a los 2,60 y vuelta a empezar.
Sí, es innegable que está alcista, pero nos mata de aburrimiento.
#5547

Re: ¿Qué pasa con Caixabank (CABK)?

La Banca sube, antes o después subida de tipos. CABK endereza el rumbo, el siguiente nivel diez céntimos más arriba.
#5548

Re: ¿Qué pasa con Caixabank (CABK)?

También podría ser 20 cts. más abajo. Es que no da confianza. Tiempo atrás la vi subir con ganas, pero perdió la fuerza según pasaban los días y eso me hace daño. 

Estoy cansado de ilusionarme y desilusionarme días después. Así que ya trato de contener mis ilusiones y seguir pensando que lo que sea ya vendrá. 

Buen finde y el lunes te lo diré. 
#5549

Re: ¿Qué pasa con Caixabank (CABK)?

Buenas tardes 
 

Los bancos de la bolsa española se preparan para hacer frente a las criptodivisas


Las entidades bancarias con presencia en el mercado de capitales español han sentado las bases para abordar el desafío de las monedas digitales como vehículo esencial de futuro en los sistemas de pago internacionales. Santander, Caixabank, BBVA, Banco Sabadell y Unicaja Banco, desglosan sus posiciones sobre el dinero telemático, sus perspectivas y sus avances en digitalización.

La banca española asume el uso digital del dinero. Un hecho constatable desde hace años, pero que se ha intensificado durante los meses de pandemia ante el boom de las criptomonedas en los mercados de capitales. Fenómeno que ha intensificado los proyectos de divisas digitales con la salvaguarda y el sello oficial de los bancos centrales que “pueda emitir una CBDC de alcance universal y similar al efectivo, con el objetivo de que la población continuará teniendo acceso a un medio de cambio sin riesgo y de provisión pública”, enfatizan desde el G-10 y el BIS. 

En España ya se ha producido una iniciativa de enorme calado. Con el respaldo del Banco de España y el visto bueno de la patronal bancaria AEB, y bajo la coordinación de Iberpay, el gestor del sistema nacional de pagos se ha puesto en marcha un proyecto, nacido en julio pasado, de dinero digital tokenizado orientado a ofrecer una posible alternativa al euro en efectivo.

 Y, junto a las cinco grandes entidades financieras -Banco Sabadell, Santander, BBVA, Bankia y Caixa Bank, antes de su fusión-, iniciaron con éxito el prototipo piloto, tutelado por el Banco de España, de diseñar una plataforma interbancaria de Smart Payments que tiene por objeto facilitar la iniciación de transferencias inmediatas programables desde redes blockchain. Mediante su conexión con el sistema nacional de pagos (SNCE), gestionado por Iberpay. 

Esta iniciativa ha permitido “confirmar la viabilidad de aplicar la tecnología blockchain al ámbito de los pagos”, habilitando la programación inteligente de transferencias inmediatas desde smart contracts desplegados en redes blockchain y que permiten “la ejecución automática de pagos cuando se cumplan ciertas condiciones preestablecidas” como, por ejemplo, el pago automático de cierto importe a la firma de un contrato o la ejecución de pagos automáticos a la recepción o envío de mercancías, explican desde Iberpay. Cinco de los bancos cotizados explican sus planes de futuro -y el presente- de sus estrategias digitales. 

 

Caixabank  


Javier García Arenas Adrià Morrón consideran que el reto de los bancos centrales en el lanzamiento de monedas digitales es “mayúsculo y no exento de dificultades”. A partir de dos hechos muy relevantes. El primero, que han asimilado que las criptomonedas privadas como la libra pueden ser una realidad y que, si su utilización se extendiera ampliamente, erosionarían la capacidad del banco central de influenciar la oferta monetaria y los tipos de interés”. 

El segundo, que la pandemia puede haber acelerado la tendencia a usar menos efectivo; no en vano, según un reciente estudio del BCE el 41% de los encuestados afirman haberlo usado menos durante la pandemia y la vasta mayoría de ellos esperan continuar pagando menos en efectivo una vez superada la pandemia. Al que habría que añadir un tercer factor a considerar “porque, si de este escenario emerge un empujón importante de las MDBC en otras jurisdicciones, muchos bancos centrales se plantearían emitir también una propia para que su moneda no pierda terreno”.

Alguno de los datos que se han puesto sobre la mesa resultan elocuentes. Según el Banco de Pagos Internacional (BIS), a lo largo del pasado año, el 60% de los bancos centrales estaban realizando experimentos con monedas digitales (frente al 42% de 2019) y un 14% ya estaban desarrollando pilotos (la mitad respecto al ejercicio precedente). 

Este cambio de percepciones de los bancos centrales es muy significativo, si bien conviene aclarar que ello no significa que los principales bancos centrales vayan a emitir monedas digitales a corto plazo. De hecho, un 60% de los bancos centrales ven improbable emitir una MDBC a corto y medio plazo, explican los analistas de la entidad financiera. 

A nivel europeo, el pasado octubre el BCE emitió un informe detallado que arroja algunas pistas de qué tipo de MDBC considerarían deseable. Más en concreto, “se trataría de una moneda digital alternativa al efectivo pero que no aspira a desplazarlo por completo”, explican García Arenas y Morrón. “El banco central sería el emisor y se reflejaría en su balance, pero un conjunto de entidades privadas se encargaría de la interacción con el cliente y la innovación; los aspirantes naturales serían los bancos comerciales”. A lo largo de este ejercicio, se espera que el BCE decida de manera oficial si empieza a dar pasos formales hacia la emisión de un euro digital.

El principal riesgo a tener en cuenta es el impacto que las MDBC podrían tener sobre el coste del crédito y la estabilidad financiera si se perciben como sustitutivas no solo del efectivo, sino también de los depósitos. “Si este fuera el caso, el descenso del volumen de depósitos tendería a encarecer el crédito y en tiempos de incertidumbre también podrían producirse fugas de depósitos hacia la MDBC, lo que podría dar lugar a episodios de inestabilidad financiera.





 El BCE es consciente de los riesgos y algunas ideas que ha apuntado para atenuarlos son: limitar los saldos que se pueden tener en euros digitales, ofrecer una remuneración escalonada que fuese menos atractiva a partir de cierto umbral para desincentivar que se convierta en herramienta de inversión, o limitar también el monto de los pagos que se pueden realizar con MDBC por transacción o en un determinado periodo”. Con todo, “no hay recetas definitivas para abordar dichos riesgos”. Sobre el anonimato, parece que el BCE y el resto de bancos centrales avanzados abogarían por ofrecer un cierto grado de privacidad que permitiera a la moneda digital ser en cierta medida equiparable al efectivo, aunque con límites de las cantidades para cumplir con el marco normativo de prevención de blanqueo de capitales y de financiación del terrorismo, y evitar flujos de capital excesivos. 

Un último reto no menor de las MDBC es la posibilidad de que impliquen problemas de coordinación e impongan externalidades en otras economías; muy en especial, “si una de estas monedas deviene predominante a nivel global”. A pesar del formidable desafío que esto representa, es bastante alentador comprobar que, bajo el paraguas del BIS, los principales bancos centrales de las economías avanzadas están comprometidos a que haya una arquitectura de pagos digitales coordinada en el que estas monedas se conciban principalmente para uso doméstico. 

Lógicamente, “esto último se debería conseguir sin ir en detrimento de que las MDBC se puedan usar para pagos internacionales y de ahí la importancia de garantizar la interoperabilidad de las distintas monedas digitales”, una interoperabilidad que hoy en día ya existe dentro la eurozona, pero no entre los sistemas de pagos de las distintas zonas monetarias.

Fuente.- Estrategias de Inversión


#5550

Re: ¿Qué pasa con Caixabank (CABK)?

Febrero de 2.020 la ultima vez que tocó 2.70 €
A ver si mantiene la senda alcista de estas ultimas jornadas.
Ya estamos mas cerca, a ver si una vez por todas miramos a este valor desde el retrovisor.

#5551

Re: ¿Qué pasa con Caixabank (CABK)?

Será porque entra gente pensando en el mísero dividendo, será porque los resultados están a la vuelta de la esquina y pueden (y deben) ser buenos, será porque ya tocaba, pero va cogiendo ritmo. Entre 2,70-2,80 para final de mes me vendría bien.

Un saludo.
#5552

Re: ¿Qué pasa con Caixabank (CABK)?

Acaba de hacer máximos del año 2,702€
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